Un mes más, escribo un relato en la revista Love Talavera. Esta vez tenía miedo a que, contra lo que suele ser habitual en mi ciudad, abriesen pronto las piscinas y me fastidiasen la gracia del relato (que, obviamente, va de piscinas… y de lucha social, y de pasiones… pero tendrás que leerlo para descubrirlo). Por -mala- suerte, hoy en día, con una ola de calor que hace creer que Talavera es una de las puertas al infierno, las piscinas siguen cerradas.
Espero que os guste